Doce sobre la noche en un barrio senorial sobre Madrid. Ana aparece por la puerta de un local…
Trios. Orgias. Intercambios de pareja. El espacio liberal aparece al caer la noche envuelto…
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que se camufla dentro de la normalidad sobre la calle. La acompana su marido, Roberto, que le da las llaves al aparcacoches y no ha transpirado entra con la novia. Al atravesar una cortina roja se abre un universo nuevo, confidencia asi como distinta al del exterior.
Ana asi como Roberto acuden cada fin de semana a este local. Viernes y no ha transpirado sabados, sin carencia, asisten a su cita con el juego, el pretension y no ha transpirado la entretenimiento. Son swingers, comparten su sexualidad con diferentes parejas, no obstante separado sobre la cortina de dentro. Llevan 22 anos casados y desde permite once llevan a cabo esta clase de experiencias con 2 reglas separado hay intercambio En Caso De Que los dos quieren desplazandolo hacia el pelo deberian continuar siempre en trato.
Si en cualquier instante alguno no se localiza confortable, se detiene el desarrollo. Alguno no puede sufrir por el disfrute del otro. «Es vital que la pareja entre por la paso con un consenso de minimos, sabiendo lo que se encuentran dispuestos a hacer asi como lo que no», senala Roberto.
Su conexion se basa en el respeto, un aspecto «esencial» en este tipo sobre parejas. Aseguran que su casamiento se ha observado fortalecido desde que se convirtieron en swingers. (περισσότερα…)